Sostiene la gente que lo más difícil de encontrar, es, que en una discusión, dos personas se pongan de acuerdo en temas como la política y la religión, y es normal que así sea, ya que por su naturaleza y las pasiones que estos temas desatan conllevan a posiciones radicales difíciles de quebrar.
Con la libertad de cultos, autorizados por la Constitución del 91, las religiones en Colombia han tenido un aumento inusitado, y cada quien satisface sus anhelos espirituales en la doctrina que mejor se les acomode, llegando al punto que pareja en proximidades de contraer matrimonio exigen a su otra a renunciar de su religión para abrazar la propia, buscando con esto cumplir la sentencia bíblica que nadie debe casarse en “Yugo Desigual”.
Conozco de de personas que siendo devotas practicantes de la religión católica abdicaron, a sus principios cristianos y abrazaron la religión Judía, con el único propósito de salvar el impedimento matrimonial, que les impedía contraer nupcias, lo que lógicamente, por falta de convicción hacia el nuevo credo, las condujo al fracaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario