EL REMEDIO PEOR QUE LA ENFERMEDAD
Los inventos tecnológicos en materia de comunicaciones avanzan a pasos agigantados y el desarrollo de las ciudades trae consigo la implementación de esas innovaciones. Esto fue lo que se quiso hacer en Barranquilla, el Alcalde Alex Char; con las famosas cámaras digitales colocadas en varias intercepciones viales de la ciudad, imitando, a otras ciudades que han implementado, sin éxito, el novedoso sistema.
En Miami , por ejemplo, lo que en un principio, parecía, una solución a la alta accidentabilidad, un estudio de la Universidad de Miami reveló que estos por el contrario se habían disparados y que las cámaras solo sirven para acrecentar las arcas oficiales. En nuestro medio, han servido, no sólo para eso, sino para acrecentar, también, los bolsillos del proveedor.
El problema, allá, estriba en el hecho que las cámaras sólo captan la placa del vehículo y en ningún momento la persona que lo conduce.
En nuestro medio, el aparato no funciona, por las mismas razones y resulta que ante la no identificación del conductor, a estos les resulta indiferente respetar o no las señales, porque saben que la infracción no los va a responsabilizar.
Una solución sería instalar unos Cai móviles a prudente distancia, de las cámaras, dotados de un aparato receptor de infracciones, para que de inmediato se detenga al infractor y lo responsabilice de la infracción cometida.
Mientras tanto las cámaras sólo sirven para recaudar dinero producto de las infracciones y generar un caos en las oficinas de movilidad, viendo a los propietarios, transfiriendo comparendos a los verdaderos culpables, sobre todo si de conductores de Taxi, se trata, quienes al sentirse sin responsabilidad directa, les importa un comino atender las señales de las tan criticadas cámaras.
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