Hace veintiséis años, en la Iglesia San Luis de Miami, un grupo de esforzados, valientes y comprometidos católicos, decidieron hacer un retiro espiritual, teniendo como base el evangelio de Lucas 24, que refiere la historia de dos caminantes que se dirigían a Emaus donde van hablando de todo lo sucedido en Jerusalén, con ocasión de la muerte de Cristo.
Dos de ellos, dice el evangelista, iban a una aldea llamada Emaus y sucedió que mientras hablaban, Jesús, se acercó y camino con ellos, pero no lo reconocieron. Llegada la noche, Jesús, hizo como que iba más lejos pero ellos, lo obligaron a quedarse. Estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces les fueron abiertos sus ojos y lo reconocieron, comprobando, que Jesús había resucitado”
Se trataba de tener un encuentro personal con Dios y aún cuando el idioma inicialmente utilizado fue el Ingles, muy pronto, su formato, fue traducido al Español, lo que produjo su rápida propagación en el concierto latinoamericano, siendo introducido a países como Colombia, Argentina, República Dominicana, Costa Rica, Venezuela, Perú y otros.
Su fundamento principal lo constituye, el testimonio personal, que unido a la oración, alabanza y adoración a Jesús, constituyen verdaderos pilares transformadores de vida.
La labor misionera de los hermanos Mendoza trajo a Barranquilla la comunidad Emaus, la cual comenzó en la Iglesia Torcoroma, para luego consolidadarse en la Iglesia del Espíritu Santo, en donde se han realizado varios retiros.
La globalización, el avance tecnológico y la necesidad creciente de la comunicación, obligan la creación de un nodo informativo de la actividad Emaus, el cual nace bajo la tutela del Espíritu Santo y orando en todo momento para que el proyecto que hoy se inicia sea un tributo a Jesucristo, perdurable en el tiempo y canal edificador de las familias Barranquilleras y del Atlántico.
¡Bienvenido Caminante!
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